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SI TE ALEJAS DE CRISTO LLEVADO POR TENTACIONES DE LA CARNE EL TE AYUDARA Y SALVARA DE LA TENTACION
NUESTRAS DOS NATURALEZAS — PABLO ENSEÑA :
Pablo nos alerta que tenemos dos naturalezas, la carnal Adámica y la espiritual que es de Dios :
“El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.”[1 Corintios 15:47-49] — La imagen del celestial es la nueva naturaleza que adquirimos cuando somos nacidos del Espíritu y Cristo viene a nuestro espíritu.
Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. [2 Corintios 4:16]
Esa naturaleza carnal terrenal Adámica es rebelde y se opone al Espíritu de Dios en nosotros como Adán se rebeló contra Dios su Creador. Pablo observa esa batalla en su propio cuerpo:
Más yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. [Romanos 7:14-15]
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. [Rom. 7:22-23]
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. [Gálatas 5:16-17]
Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. [Romanos 7:25]
Pablo encuentra la liberación a través de Jesucristo :
Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. [Romanos 7:25]
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. [Romanos 8:1-2]
La lucha entre el hombre interior espiritual y nuestra carne es real, y solo aquellos que tienen el Espíritu de Cristo en ellos pueden hacer la lucha contra las obras de la carne y obtener victoria; pero aquellos que no son de Cristo, no solo pierden la batalla sino que están destinados a eterna muerte.
MUERTE AL VIEJO HOMBRE Y REVESTIDOS DEL NUEVO :
Cuando somos nacidos de nuevo, nuestro espíritu muerto en pecado que hemos heredado de Adán [Romanos 5:12] es cambiado por el Espíritu de Cristo que viene a vivir en nosotros el cual nos da vida eterna [1 Juan 3:24; Juan 5:24; Juan 14:20] y nos sella con Su Espíritu. Pero la carne, nuestro cuerpo, sigue esclavo del pecado. Pablo explica como esto también se cambia cuando somos bautizados en Cristo Jesús y en su muerte.
Carta a los Romanos :
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él. [Romanos 6:3-8]
Carta a los Colosenses :
Habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno. [Colosenses 3:9-10]
Carta a los de Éfeso :
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. [Ef. 4:22-24]
LOS FRUTOS DE LA CARNE — AVISOS DE LOS APOSTOLES :
PEDRO
— Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones… Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os
abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma
[1 Pe. 2:1, 11]
SANTIAGO
— ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de
vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros
? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal,
para gastar en vuestros deleites.
[Santiago 4:1-3]
PABLO
— Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría…Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno. [Colosenses 3:5, 8-10]
PABLO
— No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad. Si no presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. [Romanos 6:3, 6-14]
* Todas las citas bíblicas son de la versión Reina Valera 1960
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