Después De Armagedón
Leccion #3
El Juicio Del Trono Blanco
Apocalipsis 20:11-15

  1. Últimos momentos del Planeta Tierra: Apocalipsis 20:7-10
    • Satanás es soltado del abismo para que vaya a tentar a las naciones a que se rebelen contra el Rey de Reyes, Jesucristo. 20:7
    • El maligno logra convencer a gran parte de los humanos que viven en el Reino de Jesús para que se rebelen contra el Rey Jesús. El número de los que van a seguir a Satanás es inmenso, como las arenas del mar. Ap. 20:8; Salmo 2; Ezequiel 38:1-11
    • Pero no podrán tener éxito en su intento pues el Poderoso Dios hará llover fuego del cielo que los va a consumir a todos. Ap. 20:9; Ezequiel 38:21-22
    • El Soberano Dios también traerá destrucción sobre el resto de la tierra habitada y todo se acabara en el Planeta Tierra. Ezequiel 38:18-20
    • Satanás es mandado al Lago de Fuego donde está el anticristo/la bestia y el falso profeta: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Apocalipsis 20:10 RVR60
    • El fin del Planeta Tierra: Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida. Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará. Isaías 24:19-20 RVR60
    • Cuando aparece el Soberano Juez en su Trono Blanco para juzgar a los humanos, la tierra se va huyendo a la oscuridad del universo pues ya ha terminado su asignación. Pero antes de irse dará todos los muertos que todavía se encuentran en ella en la última resurrección. Apocalipsis 20:12; Isaías 26:19c

  2. El Juicio del Trono Blanco: Apocalipsis 20:11-15
    • Dios es el Soberano Juez y Él se sienta en su trono para juzgar a toda la humanidad que ha existido. Ap. 20:11
    • El profeta Daniel también recibió una visión de este momento del juicio final: “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.” Daniel 7:9-10 RVR60
    • Juan en su visión ve a los muertos que han resucitado grandes y pequeño frente al trono de Dios esperando ser juzgado por lo que dicen los libros. Ap. 20:12
    • Antes de que la tierra desaparezca, el mar da todos sus muertos y la muerte da todos sus muertos. Ap. 20:13
    • Entonces el Hades da todos sus muertos. El Hades es el lugar donde están los espíritus de los muertos. Cristo explicó en la historia de Lázaro y el hombre rico que cuando la gente muere van a 2 lugares donde están los espíritus hasta el juicio final. Unos de los lugares es el Paraíso y el otro es el Infierno. Lucas 16:19-31; Lucas 23:43; 2 Corintios 12:4; Mateo 10:26;
    • Es Jesús quien tiene la llave de estos lugares y es Cristo la resurrección. Apocalipsis 1:18; Juan 11:21-26

  3. Los Libros, el Libro de la Vida, y el Lago de Fuego:
    • Los muertos son juzgados por lo que dicen los libros. Ap. 20:12; Daniel 7:10; Ap. 3:5; Éxodo 32:32-33; Salmo 69:28
    • El libro de la vida del Cordero. Ap. 21:27; Filipenses 4:3
    • Cristo les advirtió a los discípulos que el gozo más grande es que nuestros nombres estén escrito en el cielo: Lucas 10:20
    • Cuando nuestro nombre sea llamado, Cristo nos confesara delante del Padre que nuestro nombre está escrito en su Libro. Lucas 12:8-9
    • Habrán algunos que argumenten contra su sentencia: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” Mat. 7:22 RVR60
    • Al final del juicio, todos los que sus nombres no estén escrito en el Libro de la Vida serán arrojados al Lago de Fuego condenados para la eternidad. Ap. 20:15; Mateo 13:41-43