- CUATROCIENTOS PROFETAS CON UN ESPÍRITU DE MENTIRA EN LA BOCA: 1 REYES 22:1-38
- El rey Acab de Israel invitó a Josafat rey de Judá a que se uniera a él en una batalla contra el rey de Siria para reclamar un territorio que supuestamente pertenecía a Israel.
- El rey de Judá acepta pero primero demanda oír Palabra de Dios por los profetas
- El rey Acab trajo cuatrocientos de sus profetas que todos confirmaron la acción: Y ellos dijeron: “Sube, porque Jehová la entregará en mano del rey.”
- El rey de Judá no estaba seguro: Y dijo Josafat: “¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, por el cual consultemos?”
- Y Acab le contestó: “Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien,
sino solamente mal.”
- Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló diciendo: He aquí que las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas; sea ahora
tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia también buen éxito. Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré.
- Vino, pues, al rey, y el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o la dejaremos? Él le respondió: Sube, y serás prosperado, y Jehová la
entregará en mano del rey.
- Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad en el nombre de Jehová?
- Entonces él dijo: “Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda.
Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra. Y salió un espíritu y se puso delante
de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? Él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le inducirás,
y aun lo conseguirás; ve, pues, y hazlo así. Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti.
- El rey mandó a Micaías a la cárcel y fue a la batalla con el rey de Judá; el rey Acab fue herido y murió en la batalla.
IMPORTANTE: Pablo escribió sobre los que se van a perder en el fin, pero es aplicable a esta situación del rey Acab:
“Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por
esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la
verdad, sino que se complacieron en la injusticia. [2 Ts.2:10-12]
DECLARACIÓN DE JESUCRISTO SOBRE LA MENTIRA:
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido
en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. [Juan 8:44]
- EN EL CUERPO DE CRISTO :
- En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos…Por
lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos,
pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. [Efesios 4:22, 25-27]
- No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos. [Colosenses 3:9]
- ANANÍAS Y SAFIRA — EL PELIGRO DE MENTIRLE AL ESPÍRITU SANTO : [Hechos 5:1-10]
- Cuando la iglesia comenzó en Jerusalén: “No había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían,
y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.” [Hechos 4:34-35]
- Hubo una pareja de la iglesia, Ananías y Safira, que también vendieron una heredad. Pero conspiraron entre ellos para no decir exactamente en
cuanto la habían vendido para quedarse con una parte.
- Pero el Espíritu Santo alertó a Pedro de lo que había sucedido y Pedro confronta a Ananías cuando él estaba solo:
Y dijo Pedro: “Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.”
- Al oír esto, Ananías cayó al suelo y murió. Al rato su mujer Safira entró en el cuarto y Pedro le preguntó a ella: “Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad?
Y ella dijo: Sí, en tanto.”
- Y Pedro le dijo: “¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor?” Ella también cayó al suelo y murió.
Los creyentes en el Cuerpo de Cristo no deben de mentir unos a otros pues eso era parte del viejo hombre que nos quitamos cuando
Cristo nos da el nuevo nacimiento. Pero hay un peligro mayor que eso— ¡el mentirle al Espíritu Santo! Esto ocurre cuando a escondidas de otros,
pecamos contra los mandamientos de Dios y mentimos. El Espíritu Santo lo sabe todo y lo ve todo. Dice la Palabra: “Porque si pecáremos voluntariamente
después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de
fuego que ha de devorar a los adversarios… e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor.
Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.” [Hebreos 10:26-30] Con Ananías y Safira el Poderoso Dios los juzgó quitándole la vida. Con el rey David, Dios lo juzgó
con nunca quitar la espada de su casa. 2 Samuel 11:27 & 12:10
* Citas bíblicas Versión Reina Valera 1960